jueves, julio 12, 2007

SEIS




L
a luz que entra por la ventana me lastima los ojos, tengo una resaca de los mil demonios y me duele todo el cuerpo. Me levanto de la cama, busco el iPod y me lo incrusto en las orejas mientras me tiro en el sillón.

Janes Addiction
me canta

There ain't no other way
Because this is
The price
It’s the price
Always the price I pay
...

Estiro la mano y me pongo a hojear la Rolling, me duele la vista para leer, solo miro las fotos y paso las hojas.


Así es como siento la vida, algo en manos de un maleducado que no hace más que pasar las páginas sin pedirme un puto permiso. Una tras otra, con la velocidad de un puñetero nerd que realizó un curso ILVEM de lectura veloz.

El día está como cualquier otro, un cielo arriba, no importa demasiado cuan azul o gris se encuentre y una tierra abajo que tampoco importa mucho el nivel de hierro o desechos que contenga.

La música moviliza recuerdos, el tiempo no hace mas que pasar y pasar como el maldito tren que veo desde el balcón, el tren que siempre parece el mismo pero que no lo es, ni el tren, ni la gente, ni los sentimientos encapsulados en esas personas son los mismos y sin embargo pasa y nada cambia y todo sigue su curso y al rato el mismo sonido y otro tren que es el mismo que el anterior llevando a gente que es la misma que la anterior y se repite y vuelve a repetirse y mas y mas y así forever toda la puta vida.




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